Galería Umbriana

Subida por Venifer

Cámara trasera:

Cámara frontal:

Todo comenzó con la pregunta de: ¿Y dónde conseguimos los sacos para hacer la carrera de sacos?

Potty trajo de su casa una funda de almohada para hacer de saco... la cual incluso a mí, que no me jacto de una considerable altura, me quedaba casi por debajo de las rodillas. Así que, aventureras como somos, decidimos echarnos a la calle en la misión de búsqueda de los sacos perdidos en dificultad Pesadilla (que no Infierno), dado que estábamos en un día feriado/festivo en el cual no había prácticamente ningún comercio abierto. Y menos a la hora de la siesta que se nos ocurrió intentar suerte.

Quiso el destino que nos encontráramos, al doblar la esquina, con la verdulería aún abierta. Sin poder creer nuestra suerte (y ya pensando que estaríamos caminando bajo el sol durante un buen rato), nos acercamos y tratamos de explicar a los dueños de la verdulería que no, que no queríamos nada, excepto si tenían sacos de papas/patatas, porque nos necesitábamos para hacer una carrera de sacos. Al principio no nos entendían muy bien (¿qué hacían dos mujeres como nosotras queriendo meterse dentro de sacos sucios para hacer una... carrera de sacos?), pero de inmediato nos consiguieron dos sacos bastante grandes que nos entregaron con una sonrisa. Yo saqué un billete para dárselos a cambio (era poco dinero, vamos), pero se negaron rotundamente a aceptarlo, diciendo que era demasiado para algo como eso. "Que no importa", "Que no, que si no tenés algo más chico no importa", "Pero de verdad, no hay nada abierto ahora y no podríamos haberlos conseguido sin ustedes", "Si estuvieras en el mercado, sí te los cobraría, vivimos de eso; pero acá no es lo mismo, guardá el billete", y así por un minuto o más hasta que finalmente aceptaron quedarse con una moneda.

Volvimos con los sacos al departamento/piso, cual Heidis saltando por la montaña, y en comunidad decidimos que Lila iba a participar, así como que el Gringox (el más alto) iba a usar la funda de almohada, y que las dos chicas íbamos a apañarnos con los sacos de patatas. Para esto sí bajamos a la calle (nadie tuvo sentido del ridículo alguno), ubicamos a los dos camarógrafos y largamos, ante todos los espectadores que quisieron vernos.

Spoiler (marca el texto para leerlo):